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Creatividad en la cotidianidad

La rutina mata la creatividad. Concejos para un cambio de rutina sin dejar de hacer lo que necesitas el día a día.

La jornada laboral trae consigo tareas que abarcan y nos consumen, las horas, los días, las semanas, muchas veces las tareas resultan repetitivas al momento de realizarlas de manera regular. Sumergidos en esta cotidianidad nos encontramos sin saber siquiera que realizamos las actividades, muchas veces, por inercia al desarrollarlas de manera cotidiana. Nuestra vida sin darnos cuenta va volviéndose extraña y singularmente plana.

No podemos desligarnos de nuestras actividades diarias que también son el sustento y el alimento de nuestro diario vivir, nos gusta trabajar, tenemos que hacerlo, pero también nos gusta mantenernos con nuestra mente activa, dinámica, despierta y sobre todo creativa, y la rutina a la que sometemos a nuestra mente y cuerpo nos acomoda en una zona de confort en un estado de adormilamiento que sin darnos cuenta mina nuestras perspectivas de ingenio e imaginación.

Estas son algunas ideas que te proponemos y que pueden generar en ti cambios dinámicos con giros de la rutina en tu día a día. Pequeñas rutinas de gimnasio para nuestra creatividad.

 

  1. Una bodega de ideas.

La imaginación y la creatividad siempre están activas sin embargo nosotros solemos cubrirlas y apagarlas con los problemas diarios y el tiempo siempre corto . Las ideas llegan a cada momento así que siempre es recomendable tener una libreta a mano para anotar las ideas que circulan a diario por nuestra cabeza. Aunque poseemos hoy en día todo tiempo de aparatos electrónicos para anotar ideas, siempre va a ser mejor anotarlo con nuestra letra, nuestros dibujos y garabatos sin limitarnos por las opciones que nos da la tecnología. Además una libreta nos mantiene alejados de los mensajes, de las llamadas y de las redes sociales, que pueden distraernos en nuestro momento de inspiración.

 

2. Aléjate del ordenador y estimula la creatividad

Son horas las que pasamos frente a pantallas, ya sea del ordenador, de nuestro móvil o de la televisión. Al cerrar nuestras redes sociales hagamos un pequeño ejercicio de recordar y nos daremos cuenta que nuestra mente se vuelve frágil y no recordamos más de 5 o 6 post de los cientos que nos llegan en todo el tsunami de información que existe. Mantenernos alejados de estos aparatos y generar dinámicas y horarios para ellos es una excelente opción para mantener nuestra mente más real y menos digital. Crea horarios para ver tus redes sociales para no estar pendiente 24/7 de lo que pasa en las ahí y si prestar atención de lo que pasa en la realidad.

 

3. Escucha música nueva, prueba nuevas rutas.

No todos los cambios tienen que ser grandes ni difíciles de realizar aquí por ejemplo un cambio diario que puede resultar entretenido. Que tal si le cambiamos por hoy la emisora a la que acostumbramos. O en dirección al trabajo tomemos otra ruta por donde nunca hayamos ido. Tendremos así nuevos paisajes y nueva música en ese corto tiempo de trayecto a nuestro lugar laboral. Con esto nuestros esquemas se abrirán de a poco a aceptar nuevas ideas y poco a poco vamos rompiendo las rutinas.

 

4. Haz el ridículo

No temas hacer el ridículo, ya sea en la calle en la ducha, en tu casa, sal de la rutina sé espontáneo, nada aflora mas la creatividad que dejar que ese niño interno salga, que las espontaneidad no tenga rejas. Estas todo el día atado o medido por el sentido común, la racionalidad, el debido comportamiento. Pero de vez en cuando no esta mal cantar en voz alta, o dar unos pasos de baile mientras caminas. Es más valioso la creatividad que el conocimiento decía Einstein. Sal de vez en cuando de la jaula donde apresamos la creatividad, aunque después tengas que regresar. ¡Atrévete!  un pequeño vuelo por afuera de la caja no cae nada mal.

 

5. Explora

Salir de la rutina es un buen paso para la creatividad. Visita otro restaurante diferente al que siempre vas, compra una marca nueva de cereales, sube por las gradas y no por el ascensor. Aunque luego vuelvas a la rutina, sal por lo menos una vez de la zona de confort y prueba nuevos sabores, nuevas rutas, conversa con gente con la que no dialogas regularmente, eso llenará tu saco de ideas y de opciones que pueden resultar interesantes al momento de obtener nuevas perspectivas de las cosas.

 

  1. Tener a mano cosas que te inspiren

Todos tenemos crisis creativas o bloqueos que no nos permiten ver las cosas desde nuevas perspectivas. La diseñadora Sarah Foelske nos recomienda, cuando estas situaciones suceden dejar de lado lo que estés haciendo, aunque sea 10 minutos.

“Cuando reseteas tu mente, las ideas llegan más fácilmente. Encuentro muy útil cualquier ejercicio de meditación y relajación para que la creatividad vuelva a mí”.

 

Además de la opción de probar la meditación y el yoga como elemento de reseteo y de búsqueda de posibilidades. Estar en contacto con cosas que nos inspiran puede ser suficiente: Una revista interesante, el juguete de tu hijo, un post que te inspire, pueden resultar el boleto de salida de estos colapsos de ideas que podemos llegar a tener

La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando es lo que nos dice uno de los grandes genios de la pintura del siglo XX, Pablo Picasso. Tomamos sus palabras y las difundimos, pues el día a día puede resultar bastante monótono produciendo en nosotros no solo el agotamiento físico sino también el agotamiento de ideas y la ceguera de nuevas perspectivas.

Esperamos que con estos pequeños concejos, fáciles de realizarlos durante tu rutina diaria, puedan florecer las ideas que están en semilla y en espera de eclosión dentro de nosotros.

 

Mtr. Sebastián Lazo Serrano

 

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